“He de contarte —dijo el Maestro— la historia más fantástica de cuantas tus oídos hayan escuchado jamás; pero antes, debes cerrar los ojos”.
Y mientras esto decía, sus rugosas manos se posaron sobre los párpados del imberbe aprendiz.
“Ahora —prosiguió el Maestro— escucha con atención: este relato habla sobre un ambicioso e inteligente anciano, que deseoso de robar la juventud el más bello de sus discípulos, le obliga a cerrar los ojos con el pretexto de contarle la historia más fantástica de cuántas sus oídos hubiesen escuchado jamás”.
Tras un inquietante silencio, el alumno abrió sus cansados ojos y vio, horrorizado, cómo una joven silueta abandonaba la habitación.
Rafael García, El mago natural y otros abracadabras, Ficticia, 2008.
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