Leyendas de la vejez y la quimera (I)

Just only memories ,
por HAI TRINH XUAN
Aquel sueño regresó repentinamente a su habitación, zumbando y zumbando como antaño. Recordó que de muchacho había intentado librarse de él durante meses, hasta que por milagro despareció. Escucharía después que a los sueños uno jamás los espanta del todo y, camuflados entre las luciérnagas del jardín, aguardan con paciencia impúdica cualquier noche de melancolía. "Vuelven —caviló— cuando uno no tiene fuerzas siquiera para intentar ahuyentarlos..." Y al verlo aletear cascabelero, centelleando alrededor de su bastón, el anciano ya no podía hacer otra cosa que sollozar extasiado, mientras pensaba que aquel sueño resplandecía ahora más refulgente, más tentador, y más hermoso e imposible que nunca.


Hermanas

Ilustración de Vladimir Dunjin

Eran idénticas nuestras facciones taciturnas, nuestro carácter sombrío y hasta los pensamientos que compartimos arrebujadas en la misma cama. Por eso pregunto, desesperada, si fue ella o fui yo la que falleció mientras dormíamos. Porque ni mamá puede distinguir ahora a la gemela fantasma de la que aún sigue viva.
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  Finalista en Enero en la web  CINCUENTA PALABRAS. 

"El efecto Joe" (finalista en el III Certamen de Microrrelatos MICRO-ROCK)

El sordo Joe tocó durante meses en todos los garitos de Chicago sin que nadie sospechara de sus tímpanos inservibles. Hasta que corrió la voz y le cortaron las falanges, una por una, pues solo la colaboración del diablo podía explicar que un negro sordo interpretase unos ritmos desconocidos que enajenaban a los blancos. Ignoraban que no necesitaba los oídos, pues aquella música nueva nacía y restallaba en las mismas vísceras. Por lo mismo, amputarlo tampoco sirvió: el rock-and-roll continuó anegándole los pulmones, horadándole las tripas y recorcomiéndole el corazón. En la sombra, sin permitirse figurar en las portadas, Joe ayudaría a componer los primeros éxitos de los 50.

Cualquier duda sobre su sordera fue disipada cuando un Bentley lo arrolló en plena calle Maxwell. Falleció sin haber oído aquel claxon, pero con todos sus órganos estremecidos por el vibrante cosquilleo de un último cuatro por cuatro.

Por eso, al escuchar un buen riff de guitarra, uno puede sentir una repentina falta de aliento, el pulso desbocado y arrítmico, o algunos espasmos eléctricos recorriéndole el estómago. Es el espíritu nostálgico del sordo Joe, que a veces usurpa otros cuerpos para saborear de nuevo en sus entrañas la sacudida violenta de un auténtico rock.

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"El efecto Joe" ha resultado finalista en el III certamen de microrrelatos Micro-Rock. Todo un ejemplo de cómo organizar un concurso, animando a los participantes desde su página web y su facebook, creando expectación sobre los resultados, montando una gran fiesta en Laredo (Cantabria) de anuncio del fallo, presentando en vídeo al jurado y editando un libro y  una edición digital con los 15 finalistas. Así que muy agradecida porque hayan escogido el mío entre los 409 relatos presentados, pero sobre todo, por la ilusión y el cariño con que llevaron el certamen. Os animo a todos que participéis en el próximo Micro-rock (ellos sí que saben) y os enlazo con LA PUBLICACIÓN de ganadores y finalistas.

Reincidente (Primer finalista en Sants)


Papá se muere todos los meses. Desde hace diez años. Normalmente a primeros. Algunas veces papá aparece colgado en la salita, con los ojos granates como cerezas podridas y la lengua floja. Otras sobre las baldosas de la cocina, las miguillas de los sesos acribillados desligándose en una charca grumosa. Hay días que me topo con su cuerpo hinchado y azul en la bañera. Y a menudo (esto lo detesto) papá está desnudo, despatarrado sobre la cama como un cristo obsceno y huérfano, con una cascada púrpura brotando sin redención del tajo abierto en su costado.

Los cadáveres de papá, cada vez más viejo, se apilan en el desván. Ordenados. Los metemos  en cubetas de formol, por los olores, antes de que se descompongan. Siempre nos deslomamos por tenerlo todo impoluto, ¡faltaría más! Es fanática de la limpieza y el orden mamá. Fanática.

Hay meses esperanzadores, tardones, en los que me ilusiono cuando se acerca mediados. Pero mamá acaba compareciendo puntual y primorosa, su faldita almidonada, su nueva adquisición anudándole con alborozo la cintura.

—Cariño, te presento a Víctor. Puedes llamarle papá.

Después saca el retintín coqueto.

—Si papá no recoge tú me avisas, ¿eh?...  ¡Faltaría más!
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Este relato quedó primer finalista en el III Certamen de Microrrelatos Fantásticos y de Terror de Sants, al que se presentaron 640 historias con el ánimo de intranquilizar al más valiente y peludo. Si queréis leer al ganador y a los otros 12 escogidos para la final, podéis pulsar EN ESTE ENLACE. 

Amarrada (ganador trimestral de Wonderland)

Menciona los berberechos, que me pierden, y decido tirar del hilo de la conversación. Pero asoma anudado un bogavante que cató en Coruña. Uno a uno, prendidos al cordón, saltan después los jugadores del Deportivo, la afición y hasta Riazor. Me asusta un autobús emergiendo repentinamente de aquellas fauces, pero lo perderá si no emigra enseguida. El hilo, culebrilla prófuga, serpentea prolongándose calle abajo. Y me quedo triste, con ese ovillo menguante entre mis dedos, implorando que él nunca se aleje tanto para tener que soltar el cabo. Porque quizás mañana, con algo de suerte, aparezca enredado un te extraño.

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Este año estoy teniendo suerte con los reconocimientos, cosa que siempre anima a escribir. "Amarrada" ha sido el texto ganador trimestral de Wonderland, con accessit para Xavier Ximens.  Podéis leerlos EN ESTE ENLACE

El autómata... (seleccionado en ENTC 2015)

(Este texto ha sido mencionado y después seleccionado en Esta Noche Te Cuento, en una convocatoria cuyo tema era EPITAFIOS, para formar parte de la antología final con los mejores textos que se presentan a este concurso. Para leer otros seleccionados y mencionados se puede ir AQUÍ.) 

EL AUTÓMATA, MI HIJA LAURA Y LA MENTIRA QUE GRABÉ EN SU TUMBA.

Conocí al autómata en una fiesta universitaria. Deslumbrada por su envergadura y su impasibilidad ante los contoneos femeninos, resolví ser taxativa alargándole un mojito que aceptó automáticamente. Me enternecería tanto su falta de disidencia durante los meses siguientes que al año acabamos casándonos: el autómata reluciente y tieso, yo trémula como un mimbre alborozado. Y tuvimos una hija dulcísima que un septiembre marchó a Londres para estudiar escultura.
En febrero sostuve las manos tronchadas de Laura en la aséptica UCI del Wellington Hospital, suplicando su recuperación mientras mis entrañas aullaban. El autómata se quedó en casa calentando precocinados. Una prima mía, adicta a las gangas, aprovechó entonces para abordarlo y él consintió, mecánico, quizás por no oponer resistencia. Lamía obedientemente sus muslos cuando aquel zigzag verde se tensó como un látigo.

     Hasta marzo no conectaron sus móviles.

     Le mentí a mi hija en su agonía, en su misma esquela, en su propia lápida, repitiéndole: “Te queremos”. Ni Laura, ni mi matrimonio ni yo pudimos sobreponernos al accidente. El autómata sí, por supuesto: él estaba programado para superarlo todo.

     Se llama Ramiro Grandal, 49 años, natural de Huesca. Aviso por si alguna lo encuentra y lo confunde con un ser humano.

Primavera de Microrrelatos Indignados: el libro.


Hubo un tiempo en que nos lanzamos a la calle y a las redes, protestando contra la situación política que nos tocaba vivir. Quiero pensar que todavía queda mucho de aquel espíritu que en 2013 y 2014 nos hizo participar en una iniciativa consistente en escribir nuestros Microrrelatos Indignados.Hoy, gracias a la labor de  Juan Fran Núñez Parreño, que ha reunido y maquetado todos los relatos, ilustraciones e imágenes que participaron en las Primaveras de Microrrelatos Indignados de 2013 y 2014, se puede descargar el libro en ESTE ENLACE. Participo en esta recopilación con el relato "Como perros". La descarga se realizará mediante la plataforma Bubok y costará 1,21 €, todos los beneficios obtenidos con las descargas se entregarán periódicamente a la ONG AGUA PURA.

Tecnología viva.

(Hoy agradezco a LA ESFERA CULTURAL el haber publicado un cuentito mío.)

Ayer compré un dron ultraligero con una estupenda cámara de 300.000 píxeles. Estaba aprendiendo a manejarlo en la salita y de pronto quedó suspendido en el aire, sin atender a los mandos, emitiendo un zumbido inquisitivo frente a la jaula del canario. A continuación realizó un looping nervioso y volando en barrena la emprendió iracundo contra las figuritas de Murano, la televisión de plasma e incluso aquel jarrón chino que nos había regalado mi suegra. "Seguro que tiene un virus", estaba yo especulando cuando enfiló furiosamente hacia mi señora y tuvimos que parapetarnos con urgencia tras la butaca. El dron, visiblemente ofendido, giró sus hélices con reprobación y nos tomó un par de fotografías acusadoras, de frente y de perfil. Después cruzó la estancia ejecutando algunas acrobacias victoriosas, remontó el vuelo hacia la jaula y extrajo un pequeño gancho de su tripa metálica para abrirle la portezuela a Panchito. Ambos huyeron juntos por la ventana abierta, a velocidad de crucero, revoloteando felices entre jubilosos trinos y alborozados pitidos bajo la luz dorada de una maravillosa puesta de sol. Yo no hubiera estado tan disconforme con aquel cinematográfico desenlace, pero mi mujer prefirió el de siempre: 
—Ya te lo dije yo.

Pequeñas reformas

Amor, de Mani Annie

Con la edad se encoge, dicen. Y los viejitos usaban ya diez tallas menos. Por comodidad, fueron cambiando la vajilla de la boda por otra con platillos y cubiertos de té. El colchón por una esponja. La mesa por un dado de parchís. Con el transcurrir feliz de muchos años juntos no tuvieron más remedio que mudarse. Pero no a un dedal ni a una cajita de cerillas, sino a una casa más grande. 
En aquella no cabía tanto amor.

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Como algunos sabéis, ayer mi relato "El desafío" fue elegido como finalista mensual en REC. Quería agradeceros de corazón vuestro apoyo y confianza a los que me animasteis, pero no me gustan las entradas puramente informativas. Así que aprovecho para subir este pequeñito, nacido con la única pretensión de resultar un tanto tierno, que ha elegido MUNDO ESCRITURA con otros 40 mínimos que, en 80 palabras, pretendían reivindicar el mundo de las "cosas pequeñas".
Se lo dedico a todos los abuelos que siguen queriéndose después de muchos años ¡ea! Muchísimas gracias, de verdad.


El desafío, ganador en septiembre de REC.

Pues imaginad qué ilusión me ha hecho estar en REC que ni espero a mañana para subirlo a mi blog... ¡espero que mi frase final os resulte motivadora!


EL DESAFÍO

¡Cuánta fuerza y qué poca puntería tuvo el camello, para privarse de agua hasta desinflar sus gibas, para enroscarse el pescuezo, para arrancarse los dientes y retorcerse e introducir en su boca no solo el rabillo piloso sino también, una por una, sus cuatro zancas unguladas, para en esta sufrida posición de contorsionista chino apretarse y fruncirse y plegarse a sí mismo tantas veces doloridas que perdió la cuenta entre estertores, para convertirse en raquítico, en migaja, en miniatura, en pigmeo artiodáctilo, en microscópico átomo de camello exultante y conseguir contra cualquier pronóstico divino inadmisible traspasar de una maldita vez el puñetero ojo de la cerradura!


Tres eran tres, y uno ha ganado.

La INTERNACIONAL MICROCUENTISTA nos propone, para el mes de septiembre, escribir relatos inspirados en esta fotografía de Rosa Delia Guerreo.

A mí me ha sugerido estos tres. Si alguien pasa por aquí hasta puede elegir el mejor... o el peor.

AMAR EL MAR.

     Le llamábamos jocosamente “el Argonauta” porque, viviendo en el interior, había comprado una chalana. Enamorado del mar, cada mañana subía a bordo y fantaseaba con el Caribe. 

     Un camión arrolló su embarcación. Su cuerpo salió despedido para luego precipitarse y sumergirse en el asfalto. Lo vimos hundirse, anquilosado como peso muerto, pero inesperadamente comenzó a bracear y su cabeza boqueando emergió del pavimento. 

      En vano le arrojamos una rueda de repuesto: Antonio estaba ya chapoteando en puro éxtasis, cruzando a crol y mariposa la calzada, buceando maravillado, haciendo volteretas, ajeno incluso a la aleta amenazadora que avanzaba por la avenida.

DESIGNIOS.

    Los hijos de pescadores son huérfanos de nacimiento. Pierden al padre cada día, porque faena, regresa cansado y duerme para poder despertarse antes de que asome el sol. A los hijos de pescadores únicamente los abrazan sus madres, y las nanas que les cantan siempre saben a ausencia. A menudo las barcas zozobran sin dejarles siquiera la espuma de unos cuantos recuerdos celestes.

     Pero los hijos de pescadores cumplen fielmente con un extraño designio salino, y sus mujeres, melancólicas, acaban pariendo solas a otro hijo de pescador. Algunos creen que es la genética. 

       Otros ya saben que es el mar.

LA BARCA.

 —Existe un fascinante fresco copto de Chelias, en el Alto Egipto, que representa una barca en forma de media luna, a bordo de la cual tres personajes se dirigen irremediablemente hacia las fauces de un monstruo antropófago. La figura central mira de frente, iluminada, serena frente al inexorable destino. A ese hombre no lo ha doblegado la muerte, mamá: es un héroe.

   Ella asiente, orgullosa del hijo erudito, pensando que compensaron tantos sacrificios económicos y días de nostalgia aguardando que su marido regresara del mar. Aunque a veces no consiga entenderlo del todo.

      —Entonces… ¿lo encontraron vivo?

      —No, mamita. No.
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Edito para comentar con mucho orgullo que la Internacional Microcuentista, en particular el jurado de este mes Francesc Barberá (a quien agradezco infinito) ha escogido uno de los tres como ganador, que se publicará como mes de Septiembre en el Calendario Microcuentista, un proyecto que me hacía una ilusión tremenda. Y no, no fue el que salió en el blog como preferido, sino "Designios" el que gustó más a Barberá. Estoy muy contenta, mucho, de participar en el calendario. 

Que cuenta cómo d.Quijote hubo de tomar la más difícil decisión de su vida.


Edward John Gregory (1850-1909) Gran Bretaña

     —¡Eh, D. Quijote, asesino! –bramó el caballero, preparándose para el combate.

     —Jamás maté —protestó nuestro hidalgo—, en lo que hasta aquí recuerdo.

    —¡Ridículo espantajo! He visto cómo venerabáis a una altiva dama que ni conocéis. Yo en cambio entregué mi alma a quien siendo más pobre en hacienda al menos poseyó reales virtudes, y también quise disponer mi corazón a su servicio y envejecer a su vera, sin ambición de mayor ventura ni aventura que pasear de su mano por este hermoso valle de Alcudia. ¡Y habéis matado despiadadamente a la única razón de mi existencia!

     En vano negó el de la Mancha: el furioso caballero lo acometía una vez y otra hasta que, arrojándolo a tierra, lo tuvo a merced de su lanza.

    –Y ahora, endiablado bellaco… ¿queréis que dé fin a vuestra vida, o estáis dispuesto a devolverle la suya al amor de la mía?

    –Os digo que no maté —murmuró el maltrecho—. Y que devolver una vida solo ha de estar al alcance de Dios.

   –Pues dudo si es más ardua mi empresa, que persigo que, por amor a su dama, D. Quijote renuncie definitivamente a su sueño —el caballero alzó la visera del yelmo, descubriéndole así por sorpresa el adorado rostro de la sin par Dulcinea–. Devolvedme a mi amor o morid —repitió temblorosa—. Mientras vuestra merced me idolatra, hace tiempo suspiro por D. Alonso Quijano.
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  Este cuentito, con un título más breve, llegó a finalista en "Algún lugar de la Mancha", el concurso organizado por la Asociación para el Desarrollo Sostenible del Valle de Alcudia. Hay más relatos quijotescos AQUÍ. 

  Aprovecho la entrada para pediros disculpas por un silencio tan prolongado, y los posibles pequeños proyectos que abandoné durante este tiempo. Las circunstancias de la vida, por llamarlas de alguna manera, me han mantenido alejada de la red, de la escritura y puede que hasta del mundo. Pero poquito a poco voy recuperando algunas cosas que me gustaban, como los micros, y espero que me acompañen los ánimos y las musas para actualizar más a menudo. Un abrazo a todos. Os debo mil visitas.