"Sensibilidad", de Nathaniel Mather |
El Hombre de Espejo imita a la perfección los gestos de los demás hombres: amanece gruñéndole al despertador, sobrelleva el atasco tamborileando con los dedos, mira inquieto al reloj cuando se aproxima la hora del almuerzo. Puede emular con milimétrica precisión cualquier tipo de movimiento estandarizado, como saludar a la suegra con una sonrisa forzada, levantar los brazos ante el gol de su equipo o hacer el amor con su mujer los días previos a un festivo.
Todo lo copia el Hombre de Espejo. Es tan lograda su mímesis, que suspira al pensar en una playa desierta donde bañarse desnudo. Que se le humedece la mirada recordando aquella casita que se añeja en el pueblo. Que frunce los labios cuando sueña con sacudirle el polvo de monotonía al corazón y regalarle a Natalia ese beso de amor renovado que los consuele del descenso al sepulcro. Tan perfecta su simetría, que algunas noches se desvela, como los demás hombres, cuestionándose por qué malgasta su propia existencia repitiendo la vida de otros. Tan absoluta y consolidada su tendencia a la refracción, que el Hombre de Espejo está leyendo estas líneas y no se ha visto a sí mismo reflejado en el cuento.
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(Este relato ha sido mencionado en el mes de junio en el concurso Esta Noche Te Cuento en el mes de Junio, que tenía por tema El Espejo. Un honor para mí. Podéis enlazar con los restantes premiados y finalistas AQUÍ)
(Este relato ha sido mencionado en el mes de junio en el concurso Esta Noche Te Cuento en el mes de Junio, que tenía por tema El Espejo. Un honor para mí. Podéis enlazar con los restantes premiados y finalistas AQUÍ)
Nuestro alter ego no sueña con mares distintos a los nuestros por más que queramos.
ResponderEliminarDanos tu talento, que es un bien escaso en este mundo cansado.
Bicos
Juan M
Se me ha quedado una frase de Cate Blanchett en "Diario de un escándalo" respecto a eso. Decía que había que tener cuidado con la distancia a la que están tus sueños. Esa vida añorada tiene que estar a una distancia prudencial, ni demasiado cerca ni demasiado lejos. No tan fácil para alcanzarla sin que suponga un estímulo de vida, no tan difícil para creer que es imposible. Por ahí nos movemos la mayoría, sin dar el paso.
EliminarJuan Manuel muchas gracias eres tan amable. Besazos.
Yo creo que sí que se ha visto reflejado en el cuento y por eso se cuestiona tanto.
ResponderEliminarExcelente, Alba.
Un lujazo leerte.
Saludos van
San Montelpare
Pues mira que ese era un final alternativo : ). Besazos, guapa, un honor que te pases por mi casa. Gracias por tus palabras. Saludos!
EliminarCuando el "Hombre de Espejo" se quiebra, sus lágrimas hieren hasta la piel del más duro.
ResponderEliminarCada uno de sus textos supera al anterior.
Saludos.
Pues mira que ahí me das bien duro porque es mi deseo más profundo siempre mejorar y llegar a hacer cosas lindas. Con esos ánimos escribo, pensando que al hacerlo, aprendo. Un abrazo, Beto, y un chin.
EliminarEl hombre espejo, similar al hombre sombra, solo que este último ni siquiera tiene facciones.
ResponderEliminarMe ha gustado realmente.
MUnos besos sulces.
Gracias, Gabriel, por venir siempre y por el cariño que pones en tus palabras. Ya te los devuelvo, con un abrazo muy grande para ti y para los tuyos.
EliminarCreo que en nuestro más profundo interior todos tenemos un "ESPEJO RESIDENTE" que no queremos sea visto.
ResponderEliminarUn placer leerte, Albita, de mi Sur a tu Norte un beso,
Somos como loritos de repetición, Tigu. Algunos escapamos a todo eso escribiendo relatillos y poemas, entonces vivimos otras vidas. Un beso grande amigo.
EliminarReflejar lo que se espera de uno, casi una cuestión de supervivencia, jeje.
ResponderEliminarBuenísimo, Alba, me encantó.
Besote
Gracias, Yadira, un placer que te pases. Muchos besos!
EliminarEstás Mencionada en el concurso de "Estanochemecuentas". Enhorabuena, te lo mereces. Bicos
ResponderEliminarAhora lo vi, gracias a tu aviso! Muchas gracias Bluessiño ahora quiero que tú vengas conmigo, como miss Julio. Gracias por el apoyo, a mí los que me animáis realmente son los que siempre estáis y me habéis apoyado desde el principio, con una constancia de admirar. Ains si no fuera por vosotros qué me iba a presentar a nada ni nada...
EliminarUn besazo enorme espero que lo estés pasando muy bien. Gracias de corazón, precioso.
No he podido esperar a esta noche para contarte: no te hablaré de que te han mencionado, sino de que la mujer del espejo se llama Luz, la del alba.
ResponderEliminarUn beso reflejado
Juan M
: ) me entra una cosita de ternura cuando alguien se alegra con mis logros pequeñitos. Muchas gracias, amigo, por compartir mis alegrías.
ResponderEliminarMuchas felicidades, tu micro es genial, me alegro que se encuentre entre los mencionados, en ENTC. Tu forma de narrar es exquisita. Sin duda, merecía estar entre los ganadores mensuales. Gracias, por deleitarnos con escritos de nivel...tienes talento!.
ResponderEliminarAbrazos desde mi azul mar :)
P.D (Me tomé un pequeño descanso bloguero, nos leemos en septiembre).
Muchas gracias, Ángeles, me animas mucho y me alegro de que te guste lo que hago. Qué buena decisión, pasa unas felices vacaciones pero en septiembre me vuelves eh?
EliminarMuchísimos besos.
Ole por mi peque! lo has conseguido, cuanto me alegro, es que te lo mereces, y tu relato y tu hombre y tu espejo, ten mucha mucha suerte para esa selección final,cruzare las patitas de mi rueca para ello y ahora a seguir intentándolo con más motivación. MUAAA
ResponderEliminarDe la emoción se me olvido alguna tilde y coma, eso me pasa por dejarme llevar. Imagina que están puestas ¿vale? muaaa.
EliminarViste? A la tercera va la vencida. Gracias, ruequita! Mira como no estemos juntas al final en ese librito me entra un berrinche eh? Me desapunto de eso de la caballería. Aviso. Un besazo muy fuerte, cariño. Vamos a por julio!
EliminarPD: Cuando hay confianza no hacen falta todas las comas. Hasta se me hace más cercano y te doy un abrazo grande. Buenas vacaciones!
Tan perfecta su simetría, que algunas noches se desvela, como los demás hombres, cuestionándose por qué malgasta su propia existencia repitiendo la vida de otros.
ResponderEliminarEso es muchas veces verdad sin querer queriendo repetimos cosas de otros, pero el cuestionarse es el primer paso para el cambio y la transformación.
Este cuento tiene mucha sustancia y mucho de análisis. Eres una escritora psicóloga.
Excelentes letras. Mis aplausos y mis respetos.
Besos.
Gracias, gatito. Supongo que a menudo pensamos en porqué no tomamos las riendas de nuestra propia vida con más libertad. Y la mayoría de las veces solo es cuestión de atreverse, porque los otros también están muy ocupados para pensar en lo que hacemos los unos, no es para tanto, no pasa nada, solo que tú eres más tú.
ResponderEliminarEncantada de tenerte. Un abrazo enorme.
Ay, Alba yo soy la que más se alegra de que te escojan siempre y te eleven como cometa llena de sueños. Ya era hora, que demora de esa gente ciega que no ve todo tu talento. Ese hombre del espejo no es más que otro humanoide, equivocado y ególatra que como la gran mayoría no ve la viga de su propio ojo si no la paja en el ojo ajeno. Vive para enrostrar a los demás como psicólogo barato. Un beso Alba.
ResponderEliminar: ) hola chiquita! Pues estoy muy contenta de que lo hayan escogido porque hay muy buenos relatos ahí, pero escribo más que nada para sacar textos que me gusten, aunque siempre es bonito que gusten a los demás. El hombre de espejo es un plagiador, sin duda. Supongo que cada uno de nosotros tenemos un poquito de él, y otro de libertarios.
EliminarMe encanta como hablas y esa sonrisa tuya que se ve tan cariñosa. Un abrazo, guapísima, y gracias por alegrarte con lo mío. Besitos!
Un micro excelente.
ResponderEliminarUn blog fantástico.
¡Felicidades!
Me alegra que te guste, por aquí me tienes escribiendo cositas. Un abrazo!
EliminarCreo que ya lo comenté en ENTC, pero totalmente merecida la mención, es un micro realmente de una bellísima lectura, y encima te provoca cosas muy dentro.
ResponderEliminarUna crac Alba.
Felicidades. Muy bueno el final que deja ese especie de desasosiego en el que lee.
ResponderEliminarVolveré, sin duda.