Marina.



Es medianoche. Llaman a la puerta del viejo farero. Es una sirena que, con ojos implorantes, le extiende papel y lápiz. Y luego un cuento de Andersen que rescató del último naufragio, al que le faltan las páginas finales.

8 comentarios:

  1. Bonitas palabras, lástima que el cuento de Andersen no tuviera final.
    Abrazos.

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  2. Imaginar que un ser mágico te toque la puerta es algo ya de por si increíble. Esa historia tiene muchos finales y todos nosotros podemos ser esos fareros esperando escribir un final hermoso en la obra de la vida.

    Un gusto leerte. manager querida.

    Serge.

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  3. Gracias Gabriel. Seguro que el farero muy gustoso se lo escribió, o contó, a la sirena. Tiempo tenían... : ) Un abrazo enorme.

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  4. Me encanta tu interpretación, gatito : ). Hay personajes que pueblan los microcuentos que me encantan, entre ellos los fantasmas, los caníbales y las sirenas. Siempre que tengo ganas de escribir un micro pienso en ellos. Son adorables.
    Esta era una sirenita lectora. Y tú un amigo mío bien amable. Un besazo, Serge!

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  5. Es una invitación a leer y con ojos necesitados de un final para la historia..
    Seguro a esa sirena no le gustan los finales abiertos como muchas a veces a mi no me gustan aunque la imaginación del lector escudriñe y haga pensar más en la obra.

    Pobre viejo farero a no ser que sea un gran amante de las letras podrá finalizarlo.

    Un beso Alba tengo insomnio y que mejor que leer algo tuyo.

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  6. Hola Atalita! ¿No puedes dormir? Ay pobre... Espero que no sean preocupaciones, sino demasiado café o muchas ideas para mil y un relatos.
    Pues yo pienso que el cuento de Andersen es "La sirenita", y entonces ella se lo encontró sesgado y no pudo aguantar con la curiosidad : ). Pero puede terminar como tú quieras. A lo mejor el farero hasta se la merienda a la plancha. Todo con tal de cerrarlo para mi Atala.
    Besazos, gracias por venir!

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  7. Alba:
    Nada aseguraría que las intenciones de una sirena habrían de ser buenas.
    Ya los griegos les temían, ¿no era que su canto enloquecía a los marineros?
    Por suerte, Hollywood las pensó diferentes, bellas y adorables, lo que a mí me agrada más.
    Por ello, quizá tu sirena sea buena e inocente, haga buenas migas con el solitario farero y él le dé un final feliz a ese cuento.
    Muy buen relato.
    Un gran abrazo.

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  8. Me encanta que pongáis vuestros finales a este cuento. Sí, yo también creo que se llevarán bien. Seguro que él puede contarle muchas historias!
    Muchas gracias por pasarte, Arturo. Un abrazo grande.

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