Aashka

(Este relato ha sido publicado en la revista Sea breve, por favor: AQUÍ.)


Algunas veces me incomoda mi miembro fantasma, ese brazo que no tengo. Es un dolor reumático e irritante, que me impulsa a rascar con una aguja de calceta bajo la inexistente escayola. Pero también es un dolor sinestésico. Porque me sabe a saltos en los charcos, a pirueta y a brinco, a libertad satisfecha. Es un dolor inmensamente feliz.
Curiosamente, mis otros miembros escindidos —la cabeza, mi otro tronco, las piernas por las que una vez corrió mi sangre— no me producen molestias. Solo sufro de ese brazo, el que nunca estuvo, el que jamás existió. Más curiosamente, ayer mi preciosa Aashka me comentaba que le sucede exactamente lo mismo. Y ambas nos reímos a un tiempo, porque aunque hace ya quince años que nos separaron con éxito, siempre seguiremos siendo hermanas siamesas simétricas.

10 comentarios:

  1. Que razón tienes, es la incisión que sujeta la escayola tan inexistente como esa aguja que también falta y se esconde cual fantasma en donde pudiéramos suponérlo.
    Me gusta tú lectura. Un beso

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  2. Qué bueno este relato.
    Ya te lo comenté una vez en "otro" rincón.
    Muy bueno.
    Unos besos

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  3. A pesar del brazo que no está,es un relato muy tierno. Que bueno que tiene a Aashka.

    Saludos

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  4. Hola, Tigu! Qué contenta de verte! Me alegro de que te haya gustado y te mando muchísimos besos. Un abrazo muy grande.

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  5. Si, Gabriel, qué atento de haberte acordado, lo escribí hace tiempo y ahora lo traje aquí para no perderlo tras la Gran Clausura : ).

    Un besazo enorme y muchas gracias por pasarte.

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  6. Sí, Beto, el relato lo escribí motivada por la suerte de los siameses africanos, pues allí el tanto por ciento es elevado y pocas las posibilidades de operación. La verdad es que es un tema fascinante, y quería darle salida a la esperanza. Un abrazo, muchas gracias por pasarte por mi casa!

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  7. Muy bueno, Alba. De escritura impecable y me ha gustado mucho ese final no tan crudo. Besos van

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  8. Sandra, y mira que me gusta lo que escribes, pero es que también eres una excelente lectora, siempre vas a lo relevante. Este relato lo escribí hace ya años, si lo salvé de la quema es porque me parecía interesante esa idea: incluso lo que el 99 % de la población consideraría una pérdida irreparable, como es eso tan horrible de perder una parte de tu cuerpo, puede ser entendido por el 1 % como causa de alegría. El ejemplo está llevado al límite, pero creo que es una buena lección.
    Muchísimas gracias por venir y un abrazo enorme. Estoy encantada de haberte encontrado, me pareces una persona muy lúcida. Cuando señalas los inconvenientes también eh?, no es porque hayas dicho te gusta. Un beso.

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  9. Su preciosa Aashka sin lugar a dudas es su otra mitad, su media naranja en sentido literal.
    Que bueno que hayas abordado ese tema.

    Un gusto leerte.

    Serge.

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  10. Gracias, gatito. Seguro que las dos son felices de poder seguir estando unidas y a la vez ser libres por fin.
    Un abrazo fuerte.

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