Pequeñas reformas

Amor, de Mani Annie

Con la edad se encoge, dicen. Y los viejitos usaban ya diez tallas menos. Por comodidad, fueron cambiando la vajilla de la boda por otra con platillos y cubiertos de té. El colchón por una esponja. La mesa por un dado de parchís. Con el transcurrir feliz de muchos años juntos no tuvieron más remedio que mudarse. Pero no a un dedal ni a una cajita de cerillas, sino a una casa más grande. 
En aquella no cabía tanto amor.

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Como algunos sabéis, ayer mi relato "El desafío" fue elegido como finalista mensual en REC. Quería agradeceros de corazón vuestro apoyo y confianza a los que me animasteis, pero no me gustan las entradas puramente informativas. Así que aprovecho para subir este pequeñito, nacido con la única pretensión de resultar un tanto tierno, que ha elegido MUNDO ESCRITURA con otros 40 mínimos que, en 80 palabras, pretendían reivindicar el mundo de las "cosas pequeñas".
Se lo dedico a todos los abuelos que siguen queriéndose después de muchos años ¡ea! Muchísimas gracias, de verdad.


9 comentarios:

  1. Ha cumplido con creces lo que pretendías. Desprende ternura todo él. Es un canto al amor. Precioso, Luz.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, Juana! A mi abuela le gustó : ). Tampoco vamos a estar todo el tiempo pretendiendo epatar a toda costa eh?. A veces me gustan los sencillos. Un abrazo enorme muchas gracias por pasarte!

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  2. Ya casi de regreso después de dar cabezadas por los rincones. Que razón tenía el cabrón de Gracián, aunque yo creo que a las personas que ya vamos cumpliendo años, se nos encoje todo menos el corazón. Después del temporal, como siempre, la calma. Desde este Samil a tu Riazor mi cariño y un gran aplauso.

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    1. Gracias, Tigu! Tú siempre serás un grande : ). Un beso norteño!

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  3. Me ha gustado el optimismo emotivo que desprende el cuento, un aderezo siempre grato en estos tiempos de sombras al paso. Un abrazo cordial.

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    1. Muchas gracias, José Luis. La verdad es que los abuelos sufren mucho en los micros y en esta ocasión al menos han tenido un final feliz : ). Pequeñito, pero feliz.¡Un abrazo, gracias por venir!

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  4. Me ha gustado mucho este micro. Nos seguiremos leyendo

    Un abrazo

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  5. Gracias, Elena, pues claro que sí, un abrazo!

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  6. ¡Hola, Julio! Muchas gracias, a mí también me daba ternura. En fin, puede que el mundo no esté para ternuras más allá de ese anuncio del chocolate y la vaca... Me dio mucho gusto que lo consideraras así, un abrazo!

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