Estela gira.

Ilustración de
  Jaroslav Kourbanov
     ( para Estela, a la que el mundo
      jamás le ofrecerá lo que merece)

Estela se aleja y gira
cuando llega la hora del recreo.

La mecánica siempre se repite:
alza un brazo
un poco más arriba,
la manito se comba
como por bulerías,
y en la mitad del patio,
como tirando anclas
a los peces voladores,
Estela gira.


Y viene
su giro
con una marabunta de elefantes
      y una canción en volandas,
con una primavera árabe,
y un enjambre de niños,
con un huracancito de sueños
       que deja tras de sí una estela
 de
                      doradas
                                            lentejuelas

y va soplando y zumba
va destruyendo y lleva…

la palabra tan fea que la llaman…
              (y gira)
el libro diferente al de otros niños…
               (y gira)
aún así, la división que es tan difícil…
              (y gira)
el pupitre vacío a su derecha…
       (y gira y gira y gira)

Allí en la mitad del patio,
la sonrisa en el rostro los volados ojos
como queriendo agarrar las alas
a los pájaros invisibles,
Estela gira.

Y gira Estela y gira,
dejando su estela gira,
y gira el giro y piensa
que cuando Estela gira
al fin
el mundo

para.

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(Este poema ha sido publicado en el IX Cuaderno de Profesores Poetas (edición 2013), publicado por el Instituto Giner de los Ríos, a quienes les agradezco el honor de haber contado conmigo de nuevo.)

10 comentarios:

  1. Qué preciosa ternura levantas con estos versos a Estela. Realmente lindos.

    Besos.

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  2. Muchas gracias, Gabriel, me alegro de que te guste, especialmente a ti. Un abrazo grande, amigo.

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  3. Me he emocionado tanto... que mi mundo también ha parado; conozco a varias "Estela" por mi trabajo, y no creo ser capaz de describir con tanta sensibilidad su realidad como lo has hecho tú. Versos tan hermosos inspiran, y creo que los tendré grabado mucho tiempo cunado los contemple por los pasillos de mi instituto. Un beso y gracias, gracias, gracias, siempre

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  4. Álvaro, y a mí me ha emocionado muchísimo leer tu comentario. Compartimos el mismo trabajo, sé que las conoces. Es muy difícil hablar de esto, tú sabes de la profunda injusticia de muchas situaciones, de muchas vidas, esas cosas para las que no es fácil encontrar un remedio fácil. Es un tema en el que jamás acabo de curtirme, ni hallo manera de ser medianamente útil. Dirán un cariño compensa, dirán al menos no sé qué cosa... ay pero los al menos siempre me resultan tan frustrantes. Este es un "al menos" más: al menos un poema. Muchísimas gracias por sentirlo conmigo, de verdad, un abrazo muy muy fuerte, de corazón.

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  5. Yo he pasado una gran parte de mi vida sin poder mirar a la cara a la gente por fobia social y, en las reuniones sociales, tenía que estar inclinado mirando al suelo todo el rato. También, hace muy pocos años, cuando estaba dentro de mi coche aparcado, esperando a que llegara mi padre o mi madre, me sentía tan ridículo mirando hacia abajo que tenía que volver la cabeza hacia atrás cada vez que veía pasar a alguien o mirarme el reloj para disimular y era un gesto que tenía que repetir decenas de veces. Ahora recibo una medicación acertada, después de cambiar de psiquiatra (pues hay mucho Anibal Lecter suelto), y cada vez que tengo que esperar, salgo del coche y me paseo tranquilamente de abajo a arriba y de arriba a abajo y no me importa si me miran o me dejan de mirar. Sin embargo tu agridulce poema me ha traído a la memoria esos años de mi juventud en que yo fui, como Estela, alguien extraño para todos, y no es precisamente agradable a esas edades sentirse diferente. Sé que no es lo mismo pero este es mi testimonio.

    Un saludo.

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  6. Siempre he sido una persona muy sociable, pero gracias a unas anticonceptivas que me revolucionaron las hormonas y la psiquis, pasé meses sintiendo verguenza de mí misma y temiendo hasta sentir naúseas cualquier conversación con otro ser humano.Fue cambiar de marca y me recuperé. Ni se acerca a lo que muchos podréis sentir, pero hoy agradezco que aquella horrible experiencia me hubiera acercado a comprender, al menos un poquitito, como se pueden llegar a sentir algunos.
    Un abrazo muy fuerte y mucho ánimo. Suerte, buenos médicos y mucho esfuerzo. Y pasear es muy sano : ). Muchas gracias por pasarte por mi poema, lo aprecio mucho.

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  7. Precioso homenaje. Y me encanta la idea del giro acoplado al giro.

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  8. Eo me alegra leerte de nuevo te dejo un beso y un abrazo grande me pasare a leer de tarde en tarde

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  9. Me emicionó, porque lo he vivido tantas veces...

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  10. Julio, muchas gracias, otros me han dicho también que la última estrofa les gustó especialmente.

    Hola, Ana, cuantísimo tiempo, voy a ver si localizo donde paras porque echo mucho de menos leerte. Muchos besos, niña...

    Ramón, gracias, yo también, demasiadas veces. Ojalá sean cada vez menos, es una de las cosas más crueles de la vida y del mundo esta. Un abrazo, gracias por venir.

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